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Gaceta Octubre 2013
Macrosimulacro
Patentes en la UNAM
Nombramiento del Dr. José Luis Fernández Zayas, como nuevo Director General del IIE
3er Seminario internacional sobre tratamiento de aguas residuales y cambio climático
Presentación del libro Selección de tecnologías para el tratamiento de aguas residuales municipales: Guía de apoyo para ciudades pequeñas y medianas
Haymar Carolina Da Silva Díaz XII Edición de la Horst Otterstetter, AIDIS - UNAM
La biotecnología algal en el tratamiento de aguas residuales y el enrequecimiento de biogás
De Bits y de bytes
La Planta solar del IIUNAM
Segunda edición del Taller Básico de Redes Sociales en el IIUNAM
Seguimiento de la producción de artículos publicados en revistas con factor de impacto del personal académico del II
Juan Manuel Mayoral Villa
De Bits y de bytes 
 
 

Por Cuauhtémoc Vélez Martínez

En la actualidad, la computadora se ha con­vertido en una herramienta indispensable y de uso común en todos los ámbitos del quehacer humano. Prácticamente es empleada por cual­quier persona, independientemente de su acti­vidad, edad o nivel social, pues existen infini­dad de aplicaciones que resuelven problemas y satisfacen necesidades de diversa índole: desde el uso lúdico con programas que llegan a ser verdaderos simuladores de realidad vir­tual, hasta aplicaciones científicas vinculadas con ingeniería, biotecnología o desarrollo sus­tentable.

Sin embargo, y a pesar de contar con ve­locidades de procesamiento y capacidades de almacenamiento que rebasan la imaginación, las computadoras siguen empleando dos ele­mentos fundamentales: el bit y el byte.

Para entender el concepto de bit es más sencillo visualizarlo a través del hardware de la computadora. Tanenbaum (2000) define el hardware como los componentes electrónicos, memoria y dispositivos de entrada y salida que en su conjunto conforman una computadora, es decir, toda su parte tangible. Los componen­tes electrónicos son generalmente placas que albergan resistencias, transistores, capacitores, circuitos integrados, entre otros elementos in­dispensables para que fluya, se almacene y se comporte de cierta manera la corriente eléctri­ca que pasa a través de ellos. En particular los transistores, como elementos fundamentales de todo equipo de cómputo y contenidos ac­tualmente en todos los procesadores, tienen la función básica de permitir o no el flujo de elec­tricidad actuando como una compuerta que se abre y se cierra bajo determinadas circunstan­cias; lo anterior White (1993) lo compara con dos estados: prendido o apagado (ON/OFF). A estos estados se les denomina binarios, pues solo pueden contener dos valores; dado que es más sencillo emplear dígitos, se utiliza el nú­mero 1 para representar el estado ON, y 0 para el estado OFF, llamados dígitos binarios. Es por ello que un bit se define como un estado que puede contener solo dos valores: cero y uno.

Desde un punto de vista más pragmático, un bit por sí solo no tiene mucha relevancia; sin embargo, existen unidades de medición que lo involucran y que son frecuentemente utilizadas. Por ejemplo, la unidad de transferencia de in­formación es el bps (bits por segundo) que es el número de bits que se transfieren a través de un medio de comunicación (Fahey, 1995); entre más alto sea este valor, más rápida será la transferencia, y por lo tanto menos tiempo de espera al momento de realizar alguna consulta o transacción en Internet.

Por otra parte, el byte es un término más diverso, es decir, sus significados tienen distin­tas connotaciones; por ejemplo, Long (1999) lo define como un conjunto de bits para re­presentar un carácter (letra, símbolo o dígito), mientras que Tanenbaum lo delimita más como una serie de ocho bits. Sin embargo, ninguna de estas definiciones dan la pauta para en­tender este concepto de manera sencilla y práctica. Pfaffenberger (1990) emplea una definición muy simple, pues el byte lo consi­dera como la unidad básica de almacenamiento emplea­do por las computadoras. En la actualidad, este término se ha hecho muy común, pues no solo las computadoras portátiles o de escritorio lo emplean, también es usado en teléfonos celulares, cámaras fotográficas, tabletas, reproductores de música, entre otros dispositivos, los cuales toman el byte como unidad de capacidad de almacenamiento de información.

Generalmente, al término byte se an­tecede el prefijo K (1 kilo = 1024 bytes), M (1 mega = 1024 Kbytes), G (1 giga = 1024 Mbytes) y T (1 tera = 1024 Gbytes). Por ejem­plo, un reproductor de música (MP3 o MP4) cuya capacidad de almacenamiento es de 16 GBytes, podría almacenar un total aproxi­mado de 4000 canciones, considerando que cada una de estas ocupe 4 Mbytes en pro­medio. Claro está que este dato es estricta­mente referencial, pues habría que considerar que la mayoría de los reproductores, o cual­quier otro dispositivo de almacenamiento, llegan a ocupar entre un 10 % y un 20 % de esta capacidad en programas controladores, software básico o sistema operativo.

Así pues, los términos bit y byte no son de uso exclusivo de la comunidad informática es­pecializada, sino que ha llegado a los usuarios que emplean comúnmente la tecnología que está a su alcance.