Las Jornadas de Equidad de Género, organizadas en los meses de marzo y abril del presente año por todas las facultades, institutos y planteles de la Universidad  Nacional Autónoma de México, son el resultado de políticas implementadas por nuestro rector, el doctor José Narro Robles, quien desde el inicio de su gestión ha sido incluyente y ha promovido la amplia participación femenina en la máxima casa de estudios del país y del mundo de habla hispana.

El doctor Narro ha emitido lineamientos generales y ha ejecutado directrices para lograr la igualdad de derechos y oportunidades entre los miembros de la comunidad universitaria, sin importar su sexo, además de implementar medidas tendientes a erradicar la violencia y la discriminación contra las mujeres.

En este contexto, el Instituto de Ingeniería ha organizado 3 mesas redondas. La tercera tuvo lugar el día 8 de abril de 2014 y en ella participó la doctora Irene López Faugier, catedrática de la Facultad de Derecho, con el tema “La equidad de género en el ámbito laboral y académico”.

Posteriormente, Cristina Verde, moderadora de la mesa, cedió la palabra a Silvia Raquel García Benítez quien, como una de las comentaristas, comenzó diciendo: “Me da mucho gusto poder participar en este foro, no directamente por mi conocimiento técnico del tema, sino porque lo he sufrido muy profundamente. Decía Mark Twain que quien llega a los 40 pesimista, habrá acumulado sabiduría; si llega optimista, es que no ha entendido nada. Sobre la igualdad de género, yo llego pesimista. Que se celebre el Día Internacional de la Mujer y este tipo de mesas significa que la tara cultural no nos ha abandonado y, al contrario, es más evidente que nunca. Allá en los 20 cuando las mujeres en Yucatán empezaban a armar relajo con ideas de emancipación, libertad, equidad en derechos, feminismo, y cuando esas valientes mujeres entendían que la más profunda desigualdad está en las clases sociales más desprotegidas, entonces ellas traducían textos y discursos a lengua indígena para que todas comprendieran el movimiento. Allá en la pos-Revolución esas abuelas nuestras tuvieron como respuesta de las autoridades masculinas la institucionalización en la sociedad mexicana del 10 de mayo, el venerado Día de la Madre”.

“Creo firmemente que el problema básico es una absoluta falta de respeto. Solo, dolorosamente, es eso. José Saramago dijo, y dijo bien: ‘no espero que todo el mundo me quiera, pero es obligación de todo el mundo respetarme’. Eso se aplica para todas, para todos; esa es la tarea”.

“Para terminar, quisiera citar nuevamente a Saramago: ‘si toda la gente de buena voluntad unimos nuestros brazos fuertemente y caminamos en contra, un día no dejaremos pasar a esos otros y quizá, puede ser que logremos cambiar el rumbo fatídico que lleva este planeta’. Empezando por el microcosmos de la Universidad, estoy convencida de que podemos demandar el cambio en este espacio y de ahí permear hacia otras esferas de la sociedad y del país, y de a poco detener la terrible situación en la que estamos viviendo; eso creo”.

La última comentarista de la mesa fue Patricia Güereca, quien dijo que en estas pláticas es importante que también ellos participen. “Hay que reconocer que algunos hombres han impulsado políticas públicas feministas y fomentado la equidad de género. Debemos incorporarlos para conocer su opinión. A pesar de que la mujer ha sido discriminada y de la existencia de la no equidad de género, creo que siempre hemos sido capaces de arreglárnoslas para hacer ciertas cosas y salir adelante. Mi abuela decía: ‘sí, tu abuelito es la cabeza de la familia, pero no te olvides de que yo soy el cuello, y la cabeza se mueve donde el cuello lo permite’; entonces ha habido mujeres que no se han dejado. Las invito para que demostremos nuestra capacidad, nuestra inteligencia, que hagamos las cosas mejor, porque eso va a dar pauta y ejemplo para nuestras hijas y para nuestros hijos”.

“Quiero comentar –dijo la doctora Güereca– que en el discurso de la sostenibilidad entra el tema de equidad de género, y algo que se reconoce a nivel mundial es que no hay sostenibilidad si no hay equidad de género; por eso es importante que vayamos trabajando en ese sentido. Quiero dar el teléfono para denunciar en la UNAM situaciones de abuso: 56226220”.

Para cerrar esta sesión, Cristina Verde comentó: “me parece que hemos avanzado de cuando yo ingresé a la vocacional hace 50 años y no había baños para las mujeres. Creo que el pesimismo no nos ayuda, hay que estar con mente positiva. Quiero pensar que en las próximas generaciones no existirá diferencia alguna entre hombres y mujeres”.