Con este número, la Gaceta del Instituto de Ingeniería cierra el año 2013. En el momento de su distribución nos encontraremos en la segunda quincena de noviembre, un tiempo de gran intensidad de trabajo, si se considera que el cierre de varios proyectos se acerca y que también quedan algunos congresos por asistir, sin olvidar que los compromisos docentes se acentúan.

En particular, en este año tuvimos una situación complicada por el tiempo que tomó una buena parte de nuestros patrocinadores del sector gobierno para liberar recursos, y luego para formalizar los convenios. Este hecho hizo que la carga de trabajo se concentrara al final del año para los grupos académicos responsables de llevarlos a cabo, a la vez que aumentara la intensidad de la demanda de los servicios de la Unidad de Gestión de Convenios y Contratos en los últimos tres meses. El aspecto sin duda positivo de esto fue que logramos suscribir varios importantes convenios que formalizan la participación de nuestro instituto en el apoyo experto para proyectos de infraestructura de gran relevancia, así como en la atención de problemas que demandan soluciones ingenieriles debidamente sustentadas en los estudios y análisis que efectuamos.

Para varios académicos jefes de proyecto la carga de trabajo al final del año no es nueva, más bien es costumbre; eso siempre pasará en mayor o menor intensidad. Sin embargo, hay un elemento que subyace a la situación que se presentó en este año con varios patrocinadores gubernamentales. Se identifica un ajuste en su forma de negociar y formalizar convenios con el Instituto, y muy probablemente con las universidades públicas; y es a eso a lo que habrá que poner atención para poder adaptarnos a los nuevos procedimientos y formas.

Sobre el tema del cambio, es pertinente mencionar que ya está en revisión por parte del Consejo Interno el informe del consultor que coordinó la sesión “Reflexión y análisis sobre la actual estructura académica del II y exploración de alternativas de organización”, realizada el 8 de agosto durante todo el día, con la participación de más de 50 académicos. Entre sus resultados interesantes se identifica la opinión de algunos académicos acerca de que el Instituto de Ingeniería no enfrenta competencia en varias de sus áreas del conocimiento y no perciben riesgos de perder el liderazgo que actualmente tiene. Sobre este punto, la opinión del consultor es que ese sentir es preocupante, ya que revela que no se ha percibido que el entorno es cambiante. Por lo tanto, el Instituto, con la larga tradición de vinculación que tiene, no debe relajarse en el estado actual y debe iniciar la búsqueda de nuevas formas de organización de su trabajo académico, tanto al interior como al exterior.

El documento presenta la diversidad de percepciones que existen entre los académicos sobre la actual organización y constituye una base para definir la mejor estrategia a seguir para diseñar los ajustes adecuados. El informe derivado de la reunión constituye un valioso insumo para identificar las áreas de mejora, y permitirá orientar la concepción de una nueva forma de organización, con el consenso de la comunidad de nuestro instituto. Una trascendente tarea para el próximo año. Finalmente, es oportuno recordar que además de la atención que demandan los trabajos de cierre de los proyectos y del semestre 2014-1, debemos preparar nuestros informes anuales y los programas de actividades para el 2014, con la necesaria actualización del Sistema de Base de Datos Académica del Instituto (SBDAII). La Secretaría Académica informará antes del fin de noviembre las fechas límite para realizar estas formalidades, que tienen sustento en el Estatuto del Personal Académico de nuestra universidad.

Adalberto Noyola Robles
Director