Sismos y evacuación
¿Cómo tener control ante este riesgo?
Con la finalidad de informar a la comunidad Universitaria acerca de las acciones a realizar ante las emergencias, el pasado viernes 10 de noviembre se llevó a cabo la primera plática sobre Prevención de Riesgos, enfocada en los sismos y la evacuación.
Derivado del sismo del 19 de septiembre en la Ciudad de México Carlos Zaldívar Edding, Técnico en Urgencias Médicas, compartió algunas medidas efectivas a considerar en caso de sismo.
A partir de comprender que un riesgo es un evento no deseado con el que hay que convivir, el especialista asegura que los sismos por sí solos no son desastres, la sociedad es quien los convierte en un desastre, por lo que es importante crear una cultura de protección civil, para que la comunidad sepa cómo actuar en las tres etapas de un sismo.
Antes:
a. Identifique puntos de riesgo (objetos que puedan caer, romperse o con peso excesivo), zonas de menor riesgo (apreciación personal de lo que considere seguro: columnas, muros de carga), salidas principales y alternas.
b. Sea curioso pero no imprudente: Realice vueltas de reconocimiento del inmueble.
c. Conozca el plan de evacuación y participe en los simulacros: Lo importante es que todos los ocupantes salgan de forma segura al punto de encuentro, lo antes posible.
d. Prepare mochila de emergencia: identificaciones, lámpara y víveres para dos días.
Durante:
a. Detenga toda actividad: No pierda tiempo.
b. Evacúe si está cerca de una salida –de forma rápida y organizada–, en caso contrario, busque zonas de menor riesgo y posteriormente evacúe.
c. No use escaleras ni elevadores.
d. Ante la duda, repliéguese a una zona de menor riesgo.
Después:
a.- No se arriesgue y no ingrese al inmueble: Reporte la emergencia.
b.- Verifique si hay lesionados o daños y permita a las autoridades atender el rescate.
Finalmente Zaldivar aseguró que representa un verdadero reto las acciones que deben tomarse después de un sismo. Debe promoverse una solidaridad organizada, lo principal es no arriesgarse, verificar el bienestar personal y familiar; posteriormente la condición de los demás.