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Documento completo Plan de Desarrollo 2016 - 2020
Análisis interno
Etapas de integración
Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas
El Instituto de Ingeniería hacia el 2030
El Plan de Desarrollo Institucional
Retos para el periodo 2016-2020
Descriptivo de programas y proyectos
Plan de Trabajo del Dr Luis Álvarez Icaza
Análisis interno  
 
 
1. Captar y retener investigadores jóvenes que coadyuven a preservar el conocimiento.

2. Identificar nuevas formas de trabajo académico.

3. Identificar nuevos temas de investigación y áreas de oportunidad.

4. Contribuir a la generación de conocimiento mediante publicaciones, patentes y transferencia tecnológica.

5. Colaborar con el posgrado para conseguir niveles de excelencia.

6. Usar los excedentes de los ingresos extraordinarios con responsabilidad y con una visión a mediano y largo plazo.

 

Aunque la mayor parte de estos retos está vigente, conviene hacer una revisión.

Se ha logrado renovar de la planta académica, aunque sigue existiendo un sesgo en su composición por género. Se trabajó en forma incluyente, con amplia participación de la comunidad, en las tareas de identificar los temas de investigación estratégicas, pero es necesario ser críticos en los aspectos de preservación de conocimiento, para determina las áreas en donde se requiere de esta preservación.

Por un lado, los investigadores establecidos forman, mediante los programas de doctorado, especialistas que hacen precisamente eso, preservar y extender el conocimiento. Por el otro, se debe considerar que las nuevas contrataciones son oportunidades únicas para abrir, en el marco de un ejercicio de planeación, nuevas líneas de investigación en áreas de oportunidad o estratégicas.

Se incorporó recientemente en el Reglamento Interno la figura del Grupo Interdisciplinario de Investigación como una forma de trabajo académico que promueve la colaboración interna. La idea es interesante y aunque el II UNAM ya cuenta con algunos exitosos, quedan aún algunos aspectos a refinar que podrán detectarse cuando el Consejo Interno tenga que tomar decisiones sobre las propuestas de apertura de nuevos grupos o sobre el desempeño de los actuales. Hay una corriente de opinión en el Instituto que sostiene, que la creación o desaparición de estos grupos de investigación se ha dado naturalmente en los proyectos grandes, que desde hace muchos años han implicado la participación de investigadores de distintas áreas del Instituto. En todo caso, el punto medular de los grupos  anteriores y los que puedan generarse será la adecuada comunicación y la visión a largo plazo para cumplir satisfactoriamente con los objetivos, con el rigor y calidad del trabajo a desarrollar, así como el  respeto entre los integrantes.

En cuanto al número de publicaciones y solicitudes de patente, los últimos años indican una tendencia positiva en ambos indicadores, con índices superiores al promedio del Subsistema. Sin embargo, la producción de artículos en revistas indizadas (JCR) sigue concentrada en pocos investigadores. La publicación de artículos per se no es garantía de estar cumpliendo con nuestra misión cabalmente, por lo que también debemos evaluar el impacto que tienen estos artículos en la ingeniería mexicana.

En el caso de las patentes otorgadas y solicitadas, su número aumentó muy significativamente, sin embargo, es necesario redoblar los esfuerzos para decidir la conveniencia de patentar algunas innovaciones y para conseguir su transferencia efectiva al sector productivo.

La labor en el posgrado en ingeniería ha mejorado. El II UNAM es una entidad participante clave en los campos de ingeniería civil y ambiental. El II UNAM participa también de manera efectiva en ingeniería eléctrica y con menos importancia en ingeniería en sistemas, mecánica y en energía. No tenemos participación relevante en ingeniería petrolera y en ingeniería química. Esta distribución obedece claramente a las fortalezas de nuestros grupos de investigación. El año pasado se graduaron 3 estudiantes de maestría por cada 4 investigadores y 1 de doctorado por cada 4 investigadores. Estos números son coherentes con nuestra población estudiantil de posgrado, pero pudieran ser mayores si se incrementara el número de éstos o se aumentara el número de investigadores que participan como tutores de posgrado, manteniendo el objetivo de un formación con calidad y no solo en cantidad. 

Sin embargo, nuestra eficiencia terminal medida en términos de los indicadores del Programa Nacional de Posgrados de Calidad de CONACYT no es aún satisfactoria: pues los tiempos promedio son de 2 años 10 meses para maestría y 5 años 7 meses para el doctorado. Por ello, a pesar de que la planta académica cumple con estándares de calidad para competir en casi todos los campos de conocimiento a nivel internacional, solamente 2 de 8 programas cuentan con el máximo nivel en doctorado y 2 de 9 en maestría, solo un programa cuenta con ese reconocimiento en ambos niveles de estudio. Se requiere mejorar el seguimiento de los estudiantes y evaluar el desempeño de los tutores para conseguir que el Posgrado en Ingeniería de la UNAM tenga el nivel de reconocimiento que corresponde con la calidad de la investigación que se realiza.

Aunque los excedentes de los ingresos extraordinarios se han usado para mejorar en parte nuestra infraestructura académica, su uso no ha partido de un ejercicio de planeación integral y ha obedecido principalmente a solicitudes específicas de grupos y coordinaciones. Esto ha impedido pensar en grandes inversiones, del tipo que es necesario para mantener o iniciar nuevas líneas de investigación o para construir laboratorios de gran alcance.