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Cápsulas de TI
La Pildorita 66 
 
 
JERIGONZA

De acuerdo con la definición del DRAE, Jerigonza es el lenguaje especial de algunos gremios, jerga. A continuación presento unas cuantas expresiones sacadas de "Picardía mexicana" de Armando Jiménez. 

Le sonaron la campana se dice cuando mataron a alguien, con alevosía o, lo que es igual se lo echaron al plato, lo dejaron firme pa' siempre, se lo apergollaron, le dieron su pasaporte pa'l otro mundo, le sacaron el tepache o el mondongo, le dieron chicharrón, recado, matarili o mastuerzo.

Batear por la izquierda, por la zurda o por la chueca es característico de los maricones o afeminados. Pero batear por los dos equipos o en las dos novenas es prerrogativa de los ambidiestros, mayates, anfibios o de las varitas de nardo del género epiceno. 

La buchaca es el hule, el bozal, la filosa o sea el buche o la trompa. De donde se infiere que si a una persona le ruge la buchaca significa que le huele la boca, y no precisamente a claveles. Por llenarse la buchaca entiende todo mundo hasta los billaristas, que significa satisfacer plenamente el hambre, empacar con ganas, atascarse o atragantarse máxime cuando la comida es gratis, de coca, de oquis, de violín o de gorra. En el caló del hampa las buchacas son los bolsillos del pantalón. Así pues, “Ya saca las baisas de las buchacas” es una indicación al amigo que extraiga las manos de las bolsas y deje de jugar billar de bolsillo.

Se lo fildeó la pelona: se murió. Más claramente: se lo cargó Gestas, la tolinga, patas de cabra, candinga o la huesuda. 

Como es bien sabido, el néctar de los dioses, pulman, caldo de oso, neutle o consomé de bigote, se le llama también al blanco. De aquí la expresión deportiva tirar al blanco para designar o disfrazar el hecho de entrarle, inflarle o atorarle al pulmón, o sea enterrarse en el pecho una puñalada de pulque.

Volarse la barda significa lograr un éxito difícil en alguna empresa, por ejemplo, para un tarzán, pachucón o cinturita conseguir los favores de una dama que a más de tener belleza, posea miles de pesos en efectivo, completos, y por otro lado, los seis fierros, también completos, sin faltarle uno solo. 

Catchar o cachar equivalen a atrapar. Muestra: el pitcher cachó el foul ball, o sea que el lanzador atrapó la pelota que iba fuera. Eso es en el lenguaje pocho-beisbolístico; cachar, en la jerga de la delincuencia, asimismo es atrapar, pero atrapar con las manos en la masa o caerle tierra, agarrar en la suerte o en la maroma, amacizar en la curva o agarrar con el motor encendido. Ejemplo: Don Javier cachó al afanador borrándose un chillón muy querido, un tacuche, un bati de rieles, una lima, una cresta, una cuera con hinchazón de luz y bute chivas valedoras. Traducido al castellano: la policía sorprendió in fraganti al ratero cuando se apoderaba de un radio muy bueno, un traje, un par de zapatos, una camisa, un sombrero, una cartera con mucho dinero y varios objetos de valor.

En el argot, caló, jerga del hampa, para decir que alguien está borracho se dice: Anda más pando que un riel, entrado en copiosas; es repipa o retepipa, una esponja; agarró una papalina de órdago, se clavó él solo una estocada, se hizo el hara kiri, se le pasaron las cucharadas, se las puso o se las colocó, le cuadran los farolazos, le hizo al vinagre, se tronó sus petróleos, le dio duro a la beberecua; andar burro, trolo, alumbrado, en la uva, en el agua, cuete, pedo, pedernal; se resbaló con cáscaras de mezcal, se tropezó con la jícara del pulmón, agarró la onda, anda con una pedicurista repadre. 

Para hablar de casa, departamento o residencia, tenemos: cachimba, cuartel, jaula, chante o chantel, caleta, tonel, cantón, cantera.

Senos de mujer: repisas, chichornias, chimeneas, peras, manchas, agarraderas, defensas, lechería de Perujo, educación. 

Dormir: loriar, hacer meme o cochi, agarrar el serrote, agarrar el serrucho, arranar, hacerle al mamerto, quedarse jetón, hacerle al buey.

Nada, no, no hay, no hubo nada: nadaza, nenel, nanay, nela, ni chíquetes de menta, ni sopa, ni zócalo, naranjas, narices, niguas, nel.

(Y ái nos vidrios, valedores.)