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Cápsulas de TI
La Pildorita 49 
 
 
LA COMIDA EN EL REFRANERO MEXICANO

 Un refranero sobre comida, es como un corte trasversal en la evolución cultural de un grupo humano donde conviven, de variadas maneras, lo nuevo y lo viejo; es como una fotografía del momento en que están consignadas las fobias y las filias, los tabúes, las creencias y hasta una que otra receta muy importante.

El refranero español abunda en principios de lo que en la conciencia popular debe ser una comida sana. El Vocabulario de Correas asienta: "comer poco, y beber menos, a lujuria ponen freno". El ayuno aparece en el refranero español como saludable solo para quienes por tragones, enfermaron: "comer hasta enfermar, y ayunar hasta sanar". Sin embargo, un refrán recogido por Correas dice: "ayunen los santos que no tienen tripas". 

Por su importancia y ante la imposibilidad, en una circunstancia como esta, de reproducir los abundantes refranes que sobre comida recogen los refraneros españoles, menciono solamente algunos.

Coman mis dientes y renieguen mis parientes.

¡A darle que es mole de olla!

A cualquier taco le llaman cena.

Almuerza mucho, come más, cena poco y vivirás.

Ahora es cuando chile verde le has de dar sabor al caldo.

Al que te dé la gallina no le niegues el alón.

Atráncate, bandolón, ahora que tienes tocada.

Ay, mamá, qué pan tan duro, y yo que ni dientes tengo.

Ay, cocol, ya no te acuerdas cuando eras chimisclán.

¿Cómo lo menea lo bate? ¡Qué sabroso chocolate!

Con esa carne, ni frijoles pido.

Con su pan se lo coma.

Contigo la milpa es rancho y el atole champurrao.

Date vuelo, bandolón, aprovecha la tocada.

Échenle jocoque al cura que también sabe almorzar.

El pescado y la mujer, con los dedos ha de ser.

El que se quemó con leche hasta al jocoque le sopla.

El que nace pa'tamal, del cielo le caen las hojas.

El que come y canta loco se levanta.

En el pobre es borrachera y en el rico es alegría.

Éntrale Matías, que de esto no hay todos los días.

Estar como los platos de fonda: boca abajo y bien fregados.

Ganas tiene el aceite de chirriar ese tocino.

Hasta lo que no come le hace daño.

He frito mi longaniza en mejores tepalcates.

Las penas con pan son menos.

Muy redondo para huevo y muy largo pa'aguacate.

No hay que buscarle ruido al chicharrón.

No te calientes garnacha que no es para ti el aceite.

¿Por qué con tamal me pagas teniendo bizcochería?

Primero es comer que ser cristiano.

Quien hambre tiene en tortillas piensa.

Si comes frijoles no eructes jamón.

Una cosa es Toledo y otra atole con el dedo.

Unos comen lo que deben y otros deben lo que comen.

Usted no será la harina, pero me huele a bizcocho.

Yo soy como el chile verde, picante pero sabroso.

Yo soy como el alka seltzer, la que me prueba me repite.

Este pequeño recuento de los refranes que sobre comida circulan en el refranero mexicano nos permite constatar sobre el carácter trashumante de los refranes que no solo van de boca en boca sino que no reconocen fronteras, arraigan donde quieren, se adaptan a las nuevas circunstancias, cambian de rostro o, simplemente, siguen rodando de boca en boca. 

Conquista y comida. Consecuencias del encuentro de dos mundos.

Coordinación de Janet Long. México, 1997.