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La Pildorita 45 
 
 
AMERICANO

En Estados Unidos se usa, desde hace muchísimo tiempo como gentilicio para los ahí nacidos o avecindados el adjetivo american. No faltan contextos y situaciones donde, además, el topónimo mismo, America (sin acento), se usa en ese país como aberrante sinónimo de Estados Unidos.

Salta a la vista que en la lengua inglesa no parece nada fácil formar un gentilicio sobre la base del nombre oficial de ese país. Ello no impide que el gentilicio ahora generalizado sea criticable desde un punto de vista etimológico, histórico, práctico y, por qué no decirlo, político. A nuestros compatriotas del Estado de México nunca se les habría ocurrido designarse como mexicanos, a pesar de que el nombre de su estado lo autorizaría; inteligentemente resolvieron el problema mediante la creación del neologismo mexiquense, que a algunos gusta y a otros no, pero se apega a las reglas morfológicas y marca además la diferencia con el gentilicio mexicano, que tenemos todos los ciudadanos de este país.

Bien hace el Diccionario académico y muchos otros en no incluir, entre las acepciones del vocablo americano, la de "estadounidense". Bien hizo igualmente María Moliner cuando, en esa entrada, escribe, como última acepción: "traducción de la designación que se dan a sí mismos los naturales de Estados Unidos". Nadie intentará convencerlos que ese gentilicio no les pertenece. Lo que sí debemos hacer los hispanohablantes es rechazar, en nuestra lengua, esa acepción. Cada día es más frecuente, más natural que, hablando en español, nos refiramos a los americanos con el mismo sentido que a esta voz se da en Estados Unidos.

Si en inglés no es posible la formación de un gentilicio con tal base, en español sí: estadounidense.

Aunque norteamericano como "estadounidense" aparece ya en los diccionarios, no deja de ser impropio.

ARREBATO. Es un sustantivo (tuvo un arrebato de celos) y se escribe junto; a rebato es una expresión formada por una preposición y un sustantivo (las campanas tocan a rebato).

ASEQUIBLE. Es un adjetivo que significa que algo puede conseguirse o alcanzarse, pero no debemos aplicarlo a las personas; en tal caso se dice o escribe accesible. Por ejemplo, es un hombre poco accesible (o tratable), nunca inasequible.

AUN. Es un adverbio que no acentúa cuando tenga el significado de hasta, también, inclusive o siquiera (con negación); se acentúa y se pronuncia como bisílaba cuando pueda sustituirse por todavía sin alterar el sentido de la frase. Ejemplo, aún no ha llegado (todavía no ha llegado).

BAJO. Es un adjetivo muchas veces mal aplicado y que en tales casos debemos sustituir por sobre, desde o fundado en. Por ejemplo, sobre (nunca bajo) estas bases; desde (nunca bajo) mi punto de vista; estudió su propuesta en (nunca bajo todos sus aspectos).

BEN. Es una voz semítica que significa hijo, sucesor o descendiente de. Se antepone a los nombres propios para indicar la familia o tribu; su plural es beni.

BUENO. Es un adjetivo cuyo comparativo es mejor y su superlativo es óptimo; no se debe usar más bueno. Solo podrá usarse más bueno en la frase ponderativa ¡Es más bueno! en el sentido de ¡Qué bueno es!

CAPITAL. Es un adjetivo que a veces vemos mal aplicado, así no es raro leer que cierto tratado es capital para el estudio del arte, cuando lo correcto en este caso es escribir esencial o fundamental

CONDUCÍ. Conduciste, condució son errores de los tiempos del verbo conduje, condujiste, condujo; por ejemplo, se debe decir condujiste mal el coche.

DE PRISA. Modo adverbial que significa con celeridad; nunca deprisa. En cambio, el adverbio de modo aprisa se escribe junto.