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La Pildorita
Cápsulas de TI
La Pildorita 42 
 
 
USO DE LAS CONJUNCIONES ADVERSATIVAS

 Mas. Es hoy la adversativa más atenuada; su uso es exclusivamente literario; ej. Quedóse el jinete frío de espanto...; mas su angustia fue corta. Conjunción que equivale a pero.

Más. Es un adverbio de cantidad. Dos más dos igual a 4. 

Pero. El empleo de esta conjunción aumenta his­tóricamente a expensas de mas. En la lengua moderna, pero es, entre todas las adversativas, la que se usa con mayor frecuencia. Su significado es restrictivo: Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre; pero no más justicia que las informaciones del rico (Cervantes, Quijote, II, 42).

Empero. Tiene el mismo valor restrictivo de pero; la diferencia consiste en que empero puede encabezar su propia oración o colocarse dentro de ella. Hoy no se usa esta conjunción en el habla coloquial. Su uso está limitado al estilo literario. 

Sino. Exige negación en la primera de las dos oraciones que une, a la cual contrapone siempre, de manera excluyente, una oración afirmativa. No se redujeron a proteger la propiedad de la tierra y del trabajo, sino que se propasaron a excitar... el interés de sus agentes. Es frecuente que en las construcciones con sino se elidan elementos análogos sobrentendidos: No quiere sino dormir. No busco recomendaciones sino méritos. Se usan asimismo como refuerzo de su sentido excluyente expresiones como sino al contrario, sino también, sino además, u otras parecidas.

Cuando los verbos de las dos oraciones son distintos, o cuando en ambas se repite el mismo verbo, es frecuente que la conjunción que se añada es sino. Si las oraciones son breves, suele suprimirse que: No corta el mar, sino vuela. 

De tiempo atrás, en muy diversos tipos de discurso (político, académico, periodístico, burocrático, etc), se vienen usando cada vez con mayor frecuencia las expresiones nivel y a (l) nivel (de), con múltiples funciones sintácticas y semánticas, no todas ellas igualmente propias. Véanse los siguientes ejemplos, que de ninguna manera agotan todos los usos:

a) Esa Universidad tiene buen nivel académico

b) Hubo un choque en el paso a nivel

c) El arquitecto lo resolvió con un trazo a nivel

d) El cuadro está al nivel de la ventana

e) Esto debe hacerse a nivel nacional

f) Las mujeres deben participar a todos los niveles

g) Esto puede observarse a nivel país.

En los cuatro primeros ejemplos es correcto el empleo de la voz nivel y las preposiciones que la acompañan. De más dudosa propiedad es el empleo del vocablo en los tres últimos ejemplos. En los tres casos se supone que nivel está formando parte de frases o modos adverbiales. Habría que señalar que, por una parte, el significado ya no corresponde exactamente a ninguno de los dos que consigna el diccionario (“en un plano horizontal” o “a la misma altura”), pues el ejemplo c) puede modificarse si se dice “el arquitecto lo resolvió con un trazo horizontal” y el d) también: “el cuadro está a la misma altura que la ventana”. Esto no es posible hacerlo en los ejemplos e), f) y g). 

Por otra parte, una peculiaridad sintáctica de las frases adverbiales es que, por ser de carácter fijo e invariable, no suelen aceptar modificadores (adverbios o aposiciones). Así resulta imposible decir, por ejemplo, “voy a caballo negro”, simplemente porque a caballo es frase adverbial y no acepta adjetivos. Por ello es impropio, desde este punto de vista, decir “a nivel nacional”, “a todos niveles”, o, más grave aún, “a nivel país”, expresión a todas luces reprobable, pues así dicha no hay manera de explicar la relación que se establece entre los vocablos nivel y país.

Casi siempre lo correcto es más sencillo. No cabe duda de que los ejemplos e), f) y g) pueden expresarse de manera más natural: e) esto debe hacerse en toda la nación; es mejor dar giros sintácticos.