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La Pildorita
Cápsulas de TI
La Pildorita 29 
 
 
PRIMER(A), TERCER(A) VEZ

Tanto en la lengua hablada cuanto, con menor frecuencia, en textos escritos, se ha observado la tendencia a emplear los adjetivos numerales primer y tercer con sustantivos femeninos: “es la primer vez que te veo, voy en la tercer etapa...” Quizá para ello puede influir el que los hablantes encuentran más difícil formar el femenino de los raros nombres (sustantivos o adjetivos) terminados en -er que, por su significado, lo permiten: brigadier, bachiller, prócer...(¿brigadiera, bachillera, prócera?).

Debe tenerse en cuenta sin embargo que, morfológicamente, tiene muy diversa explicación la terminación -er de bachiller o brigadier que la de primer, tercer, cualquier o postrer. Los dos primeros vocablos proceden del francés (bachelier y brigadier). Bachiller es un sustantivo de los lla­mados común de dos y, por tanto, su femenino es la bachiller. Quizá convenga, si fuera indispensable, decir la brigadier, aunque, con el significado de 'mujer del brigadier', el Diccionario académico incluye brigadiera.

Conviene insistir en el hecho de que primer, tercer y postrer, que únicamente modifican a masculinos, que solo se pueden emplear antes (y no después) del sustantivo (primer año, tercer intento, postrer deseo), y que no son apócopes de los femeninos, los cuales conservan siempre el gramema -a y pueden ir antes o después del sustantivo (la primera vez, la tercera ocasión, la postrera intención, la vez primera, la ocasión tercera, la intención postrera).

Por su parte, la forma cualquier es apócope de cualquiera, puede modificar a sustantivos masculinos o femeninos y sólo puede anteceder al sustantivo: cualquier mujer, cualquier hombre; la forma cualquiera, que no cuenta con gramema de género, pues está compuesto de cual y quiera (del verbo querer), puede ir antes o después del sustantivo, aunque, antepuesta al nombre, se usa principalmente la forma cualquier.

 

ACCEDER. Reporteros y uno que otro escritor de cierto relieve han dado en el solemne disparate galicista de emplear este verbo en el sentido de tener acceso a algo. Dicen, por ejemplo: “Fulano accedió al poder” queriendo decir que entró al poder, asumió el poder, alcanzó el poder. Pero en buen castellano acceder significa ceder o consentir a la opinión o petición ajena. Así que con la frase citada lo que están diciendo es que Juan consintió en tomar el poder, cedió, a los que querían llevarlo al poder.

 

ALERTAS. Como adverbio, resulta desde luego incorrecto volverlo plural. Como cuando se dice: “Los soldados están alertas”. Debe decirse: están alerta. Existe el adjetivo alerto, con su femenino alerta, en sentido de vigilante o cuidadoso, pero es muy poco usado.

 

AMARIZAR. A primera vista podría ser válida esta forma del verbo, ya que se dice aterrizar. Lo correcto, sin embargo, es amarar, cuando un hidroavión se posa en el agua. Y es que en este caso no hay equivoco posible como cuando se dijera "aterrar" si el avión se posa en tierra. Porque este verbo significa derribar o abatir, cubrir con tierra, acercarse a tierra un buque, y también aterrorizar. Tampoco es correcto decir "amarizaje", sino amaraje, que es la acción de amarar.

 

CONTEMPLAR. Es anglicismo evidente usar este verbo en el sentido de esperar, proponerse, proyectar. Hay quienes dicen, por ejemplo: “Estoy contemplando ir a Europa”, en vez de “Espero ir” o “Me propongo ir”, acepciones válidas del inglés to contemplate.

 

INEPCIA. Si una persona es inepta puede achacársele ineptitud, pero no necesariamente “nepcia”, ya que esta voz significa más bien necedad. ¡Claro que hay muchos ineptos que a la vez son necios! Su inepcia puede ser tanta como su ineptitud.