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La Pildorita 21 
 
 
LA PILDORITA VIAJERA

La visión del turista es pintoresca, pero siempre superficial. Una guía del turismo lingüístico podría reunir varios centenares de expresiones que en otras partes se entenderían de manera distinta y hasta cómica, y muchas que en otros países son inocentes, aquí se han vuelto tabú (o viceversa). Veamos algunas a continuación.

 En Venezuela: Pegarse unos palos, es tomarse unos tragos en la taberna o en el bar.

Reventársele una tripa, poncharse una llanta.

La mamadera del gallo es una tomadura de pelo.

No me mame el gallo. No me tome el pelo (si a un recién llegado puede parecerle grosera, se convencerá enseguida de que es enteramente inocente).

Una galleta es un lío: el tráfico se en galleta.

Si en México en lenguaje popular "entregar los tenis" es morirse, en Venezuela es "entregar los papeles".

El color del pelo que en casi todo el mundo hispánico se llama rubio, en Guatemala se llama canche, chele en San Salvador y Tegucigalpa, catire en Caracas, gringo en Quito y güero en México. El pelo de los negros es rizado en Madrid, murusho en Guatemala, musuco, murruco o colocho en Tegucigalpa y Managua, crespo en Panamá, Bogotá, La Paz, Santiago, pasa en La Habana y Santo Domingo, grifo en San Juan, zambo en Quito, mota en Montevideo, de rulitos en Buenos Aires y chino entre los mexicanos. El grano que sale en el borde de los párpados se llama en casi todas partes orzuelo, en Guatemala escupelo, pispelo o pirpelo en San Salvador, chalazo o charazo en La Habana, roncha en Montevideo y en México perrilla.

Morochas son gemelas en Venezuela y en Argentina morenas.

En el mundo semántico de los alimentos:

tapas en Madrid, bocas o boquitas en Guatemala, San Salvador, Tegucigalpa, Managua y San José, saladitos en La Habana, entremeses en San Juan, Quito y Lima, pasabocas o picadas, en Bogotá, pasapalos, en Caracas, picada o picadillo en Montevideo, ensaladas en Buenos Aires, y para nosotros, el mexicanísimo botanas.

Aunque alterna con el muy extendido hispanismo pavo, el nahuatlismo guajolote predomina en México, aunque se oye chompipe en varias ciudades de Centroamérica.

En Cuba resulta grosero llamar papaya a la fruta bomba.

En Venezuela tener ansias es tener mareos o náuseas. Pesa es la carne y pesero el carnicero. Las habas se llaman porotos y la calabaza es aullama. Un palo de agua es un chaparrón (exceso de lluvia).

En Puerto Rico y los Andes a los plátanos se les llama guineos, al aguacate, palta, a los huevos, blanquillos o ñemas.

La voz fósforos es general en toda América, excepto México; en Madrid se habla de cerillas; en la capital mexicana la voz predominante es cerillos.

Los niños nacidos de un mismo parto se llaman, en casi todo el mundo hispánico, gemelos, aunque también se emplea mellizos, que parece predominar en Madrid, Santo Domingo, Lima, La Paz, Santiago, Montevideo y Buenos Aires, aunque también se emplean gemelos y mellizos, usamos mucho el nahuatlismo cuates, que en ciudades centroamericanas sufre algunos cambios: cuaches en Guatemala, guates o guatos en San Salvador y Tegucigalpa. Los muertos se entierran, en todo el mundo hispánico, en los cementerios; en México, en los panteones.