Descripción |
Se genera conocimiento para proyectar o construir, además de adecuar edificios considerando la interacción de los elementos meteorológicos con la construcción, a fin de que sea esta misma la que regule los intercambios de materia y energía, con el medio ambiente y propicie las condiciones que determinan la sensación de bienestar térmico del ser humano e interiores, logrando eficiencia energética, aprovechamiento de las energías renovables y en consecuencia bajo impacto ambiental, encaminado todo ello a la sustentabilidad o desarrollo limpio. Las líneas de investigación, permiten intensificar el aporte de conocimiento en áreas prioritarias como desarrollo espacial, medio ambiente, energía, vivienda-edificios y recientemente sobre la ciudad, entre otras áreas. México, constituido por más de 15 millones de viviendas caracterizadas por una alta heterogeneidad geográfica y socioeconómica; con un alto potencial de crecimiento en el uso de enseres domésticos, dada la baja saturación de éstos, el incremento demográfico y la creciente urbanización del país y responsable de importantes impactos ambientales y de salud, tanto por los consumos energéticos directos en las viviendas, como por su contribución a la demanda de electricidad e hidrocarburos, el sector residencial mexicano constituye un elemento clave para la planeación energética, desde varios puntos de vista, tales como el diseño para mejorar la habitabilidad higrotérmica y lumínica sin consumo extra de energía, mediante el diseño bioclimático, que permite lograr condiciones de confort sin altos consumo energéticos. Además de elaboración de planes, programas y normas que permitan desde el diseño, la tecnología, el uso de los materiales de construcción y el equipamiento con electrodomésticos, entender y enfrentar el gran reto que representa el sector residencial, en los últimos años se han llevado a cabo un número importante de trabajo sobre el tema en el mundo y se han iniciado programas para el uso más eficiente de la energía. Resulta claro que se requiere disponer de diferentes tipos de vivienda, para estas condiciones variables y que éstas diferirán en cada situación, ya que los recursos disponibles para vivienda, tales como: tierra, materiales y financiamiento serán diferentes y el tipo adecuado de vivienda debe reflejar estas realidades. Desde luego, lo que es posible y adecuado en el área urbana no siempre es posible en asentamientos próximos, pero dispersos y ciertamente diferirán de lo que es posible en áreas rurales. Un elemento crítico en el costo de la vivienda, el cual a menudo no es considerado de manera directa, y lo que es peor, muy frecuentemente omitido, es la energía consumida o requerida durante la vida útil de la vivienda. Esta consideración tiene importantes efectos de tipo económico y ambiental y, por consecuencia, tiene influencia en el desarrollo sustentable y los estándares de vida en el corto y largo plazos. Ciertamente, es responsabilidad fundamental de los investigadores el integrar los diversos requerimientos del sector residencial en un conjunto coherente y éstos a su vez con el resto de sus iniciativas y objetivos. Un requisito importante para una acción eficiente y efectiva en el sector residencial del país, consiste en un marco integrado que reconozca la diversidad de actividades del sector y que tal marco, provea el ambiente adecuado para la implementación de las consideraciones técnicas de energía y vivienda para un desarrollo sustentables.
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