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¿De qué hablamos cuando hablamos de género? 
 
 
 

¿De qué hablamos cuando hablamos de género?

Fue el título de la conferencia que impartió Marta Clara Ferreyra Beltrán, Secretaria de Equidad de Género del Programa Universitario de Estudios de Género, el 6 de abril en el Salón de Seminarios Emilio Rosenblueth del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

 Durante su conferencia Marta Ferreyra aclaró que las palabras género y sexo son términos que por su popularidad, se han ido empleando con poca precisión ya que género regularmente se usa como sinónimo de sexo y, cuando hablan de sexo la mayoría de las personas lo usan para referirse a las mujeres. Lo adecuado sería utilizar la palabra género para explicar aquellos aspectos de la vida de hombres y mujeres que tienen que ver con la cultura, con lo que la sociedad considera propio de los hombres (lo masculino) y propio de las mujeres (lo femenino), y la palabra sexo para hablar de hombres y mujeres.

Hay que tener en cuenta que los seres humanos somos seres bio-psico-sociales y que cada cultura establece conceptos que nos marcan, roles en cuanto a nuestra manera de comportarnos y de regir nuestros proyectos de vida y hasta nuestra identidad. Es decir, en nuestra sociedad patriarcal una mujer debe ser dócil, femenina, hacendosa, para ser considerada mujer, mientras que un hombre debe ser proveedor, fuerte, racional y poco emocional para llegar al estándar de lo que la norma social exige. Los mandatos de la feminidad y de la masculinidad son conceptos coercitivos, que necesitan de la aceptación inconsciente del sujeto; de hecho el primero que se violenta a sí mismo con estos conceptos es el propio sujeto. En parte, es así como actúa el modelo de dominación masculina/subordinación femenina que todos conocemos.

En la familia, la iglesia, la escuela, el individuo aprende y reproduce los mandatos de género de la feminidad y de la masculinidad (llamados también habitus por la sociología), y bajo este esquema seguimos fortaleciendo este sistema que nos dice la manera en la que debes llevar tu vida, los proyectos personales, la construcción de nuestros deseos y opciones, desde la forma en la que debes relacionarte con los demás hasta tus elecciones profesionales. Poco a poco vas moldeando tus estructuras mentales a este modelo, pero cuando no encajas en lo común surgen situaciones difíciles de vivir.

Existen muchos estudios que documentan cómo la dominación masculina está anclada al inconsciente, a las estructuras simbólicas y a las instituciones sociales entre las que se encuentran el sistema mítico religioso y el jurídico. Este sistema se fue desarrollando poco a poco, pero en esto –afirma la licenciada Ferreyra- mucho tuvo que ver la división del trabajo, dividiendo el mundo entre lo público y lo privado: el espacio abierto, social y el espacio cerrado y doméstico.

Actualmente, existen asociaciones e instituciones preocupadas porque desaparezcan las diferencias entre hombres y mujeres. En la UNAM tenemos al  Programa Universitario de Estudios de Género, y para lograr la igualdad entre hombres y mujeres es importante contar con la participación de todos –concluyó-.

Marta Ferreyra es licenciada en Historia por la UNAM y trabaja en temas relacionados con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, organizaciones feministas, género y políticas públicas.