Incluyó trabajos de topografía de la zona, los cuales permitirán evitar problemas como inundaciones de predios o desbordamientos de canales.
También entraron en operación y se rehabilitaron plantas de tratamiento de agua para beneficio de productores, habitantes y visitantes.
Productores de la zona chinampera de San Gregorio Atlapulco, de San Luis Tlaxialtemalco y personas que se dedican a la prestación de servicios turísticos, serán los principales beneficiados con los trabajos de topografía de la zona canalera, así como con la operación y rehabilitación de las plantas de tratamiento de agua de Nativitas, San Lucas y Museo, en Xochimilco.
Lo anterior, luego de que el Instituto de Ingeniería de la UNAM concluyó la tercera etapa del Proyecto para Rehabilitar el Área de Canales en Xochimilco, San Gregorio Atlapulco y San Luis Tlaxialtemalco, que apoya la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECITI) de la Ciudad de México.
Mauricio León Salazar, Director de Infraestructura, Modernización e Innovación Tecnológica de la SECITI, explicó que en la tercera etapa del proyecto se realizaron trabajos de topografía de toda la zona de canales de Xochimilco para generar un modelo de simulación hidráulico. “Con los resultados se propone diseñar un nuevo sistema de contención, así como paso de agua en cada zona”.
Los beneficios directos serán para los productores de San Gregorio Atlapulco y San Luis Tlaxialtemalco, pero también para las personas que se dedican a la prestación de servicios turísticos, así como al área cultural y de patrimonio de las chinampas, pues con la topografía se tendrá conocimiento detallado de gran parte de pequeños canales (apancles) que pueden reactivarse, indicó.
Además se diseñó un modelo de simulación, el cual servirá como base de información para posibles acciones sobre implementación, retiro o adecuación de exclusas, diques o compuertas. También permitirá evitar inundaciones de predios o parcelas, el desbordamiento o desecación parcial de canales o áreas enteras en la zona canalera.
La doctora Rosario Iturbe Arguelles, investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM, informó que otro de los avances fue la continuación de la rehabilitación de las plantas de tratamiento de agua de Nativitas, San Lucas y Museo, para beneficio de los productores de la zona.
En el primer caso, se detectó un tipo de lodo no orgánico, lo cual ocasionaba la generación de mucho sedimento por lo que se instaló un filtro; se agregaron rejillas a la entrada de los tanques de aireación para disminuir la entrada de desechos, y se trabaja en un sistema de filtración a la salida del sistema de cloración, además de probar un filtro experimental con las proporciones de tezontle, arena y carbón activado, dijo.
Durante la etapa final de rehabilitación en Nativitas se restauró la cisterna de 35 metros cúbicos de capacidad que se ubica dentro del Parque del mismo nombre y recibe el agua tratada de la planta para utilizarla en el riego de las áreas verdes. También se instaló una bomba, una toma de agua “garza” para llenado de pipas, así como tubería, lo cual facilita el riego de los caminos del parque.
En la planta de tratamiento de agua de Museo, y debido a que no se contaba con ingreso de agua residual, porque los registros sufrieron asentamientos a lo largo de los años, fue necesario instalar tubería nueva hasta la planta de tratamiento, por el interior del Museo Arqueológico de Santa Cruz Alcapizca.
La investigadora explicó que se implementaron tecnologías innovadoras en la mejora del tanque de cloración y en el diseño e instalación de un sistema de filtración. Posteriormente se instaló la tubería que actualmente descarga el agua tratada en el Canal de Santa Cruz, por lo que el efluente cumple con todos los parámetros para uso de riego, de acuerdo con la normatividad vigente.
Respecto a la planta de tratamiento de la presa de San Lucas, se instaló un sistema de tratamiento aerobio que se basa en lodos activados, tiene una capacidad de operación de cinco litros por segundo y una eficiencia de remoción de residuos orgánicos de 90 por ciento. Dicha planta cuenta con su respectivo manual de operación y se continuará con los trabajos de monitoreo.