Para anticiparse a inundaciones en el Valle de México, la UNAM creó un observatorio hidrológico que mide minuto a minuto la intensidad de lluvia con ocho aparatos distribuidos en la Ciudad y municipios.

El funcionamiento de estos aparatos es novedoso, pues en contraste, los medidores del Gobierno capitalino arrojan reportes cada 15 minutos, lapso en el que podría evitarse una anegación.

Adrián Pedrozo Acuña, coordinador de Hidráulica de la UNAM e impulsor de la iniciativa, resaltó que el sistema es único a nivel mundial.

"Estamos muy orgullosos, porque créanme, no hay en el mundo un sistema como el nuestro. (El Gobierno) mide la lluvia con unos aparatitos que tienen una especie de balancín, esa es una forma que digamos, desde el siglo 15 se estableció para medir la precipitación y de ahí han pasado algunos años.

"Creemos que ya, obviamente, se ha desarrollado la tecnología para medir la lluvia de forma discreta, ¿cómo podemos mejorar nuestro conocimiento si estamos midiendo igual que aquel siglo?", cuestionó el profesor.

Los medidores se llaman disdrómetros, explicó, y funcionan mediante un sistema láser que obtiene energía con paneles solares, por lo que no implican un gasto extra para los inmuebles donde fueron instalados.

"Es un rayo láser que, básicamente, emite un haz de luz y, al paso de la gotas, cuenta gota por gota el tamaño de la gota, el volumen, su velocidad de caída, información discreta, muy, muy puntual.

"Están midiendo con una frecuencia temporal de un minuto, cada minuto miden qué está pasando entre este haz de luz, si no hay lluvia, no reportan nada y, si hay un poquito de llovizna, reportan lo que hay, granizo, etcétera", detalló.

En cuanto la intensidad pluvial llega a los 40 milímetros, agregó el experto, se emite una alerta y mediante correo electrónico se avisa a autoridades de los tres niveles de Gobierno, para que éstos tomen decisiones como abrir o cerrar compuertas en determinados puntos.

La información también puede ser consultada en tiempo real por la ciudadanía a través de un portal web o redes sociales.

De los ocho medidores, dos están en territorio mexiquense: Huixquilucan y Atizapán.

Los seis restantes fueron ubicados en Cuajimalpa, Ciudad Universitaria, en la Prepa 4 de la UNAM, otro en instalaciones del Sistema de Aguas y uno más en el Consejo de Cuenca del Valle de México, en Aragón.

El proyecto comenzó en julio pasado, después de las inundaciones de Cuajimalpa y Huixquilucan, con trabajo coordinado de autoridades federales, capitalinas y mexiquenses, una inversión de 3 millones de pesos aportados por la Comisión Nacional de Agua.

Existe un noveno disdrómetro en bodega y el equipo del doctor Pedrozo ya analiza el lugar para su instalación.