El IIUNAM en Prensa: Detectan otros riesgos en El Caballito

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Detectan otros riesgos en El Caballito 

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Detectan otros riesgos en El Caballito 

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29/03/2016 

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12/04/2016 

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El Universal 

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La lista de los males que aquejan a El Caballito se hace más larga conforme los investigadores que trabajan en el diagnóstico avanzan y comienzan a interpretar estudios que se le han realizado a la escultura que fue atacada con ácido nítrico en septiembre de 2013.

Un diagnóstico estructural detallado, realizado por el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en coordinación con la Dirección de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura y el Fideicomiso del Centro Histórico (FCH), advierte, entre otros problemas, el riesgo que la pieza podría correr ante un sismo debido a las grietas y oxidación que presentan las patas que soportan sus poco más de 9 toneladas de peso, y pone en entredicho uno de los mitos que por más de 200 años ha envuelto a esta obra de Manuel Tolsá: no fue fundida en una sola pieza, sino que fue ensamblada por partes.

Según los resultados de este análisis, que incluyó levantamientos arquitectónicos con escáners, registros fotográficos y modelados numéricos, gran parte del peso de la escultura de bronce la soportan sólo dos patas: la delantera derecha con 5.7 toneladas y la trasera izquierda con 3.38. Una tercera carga, sólo 0.13 toneladas (130 kilos). Sin embargo, estas cifras se multiplicarían por tres si sucedería un sismo similar al de 1985. Por si fuera poco, las patas están agrietadas y las espigas de hierro que las anclan a una base de bronce y al basamento han comenzado a oxidarse. “Tenemos una complejidad enorme para intervenirlo. Las partes que lo sostienen presentan problemas estructurales, grietas. Si no nos percatamos de esto, en cualquier sismo se cae”, dice en entrevista Raúl Delgado Lamas, director de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura, instancia que desde octubre del año pasado es la encargada de coordinar los trabajos de diagnóstico y restauración de la pieza.

Para llegar a identificar estas partes débiles y sus posibles consecuencias, explica, los ingenieros y especialistas de la UNAM, analizaron los desplazamientos utilizando un modelo semejante al movimiento sísmico de 1985. “La fatiga está en las espigas de acero y las tres patas de bronce”, detalla. La recomendación preliminar para atender estos males, dice, es soldar todas las grietas de las patas para recuperar la seguridad estructural.

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Creado el 29/03/2016 02:10 p.m.  por IINGEN\EditorWeb01 
Última modificación realizada el 29/03/2016 02:10 p.m.  por IINGEN\EditorWeb01