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Eduardo Botero Jaramillo 
 
Eduardo Botero Jaramillo 

 

Cuando estudias en el extranjero, el periodo de adaptación puede tardar varios años. Generalmente es la primera vez que vas a vivir solo; llegas a un medio adverso, desconocido para ti, pesa mucho la distancia, hace falta la familia. Es un cambio radical, estás solo en un mundo nuevo. Al principio te la pasas comparando y hasta que dejas de hacerlo empiezas a disfrutar y a conocer más la cultura de otro país. Este proceso toma su tiempo, y poco a poco lo vas logrando, tanto, que en mi caso terminé por ser mexicano.

Soy colombiano, y por lo tanto el choque cultural no es tan grande. Llegué a México porque la Universidad EAFIT de Medellín y el IIUNAM han tenido una relación informal pero estrecha. En especial el área de mecánica de suelos es muy reconocida allá (al igual que en el resto del mundo), debido al tipo de problemas que se tienen que enfrentar. Además México, por medio del IIUNAM, me dio la oportunidad de estar becado y tenía que aprovecharlo.

Estudié la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad EAFIT. Al año siguiente de haber terminado vine a hacer la maestría en mecánica de suelos y continué con el doctorado, por motivación del doctor Romo. Desde que llegué me integré como becario del doctor Miguel Romo en los temas de análisis de presas, interacción suelo-estructura, estabilidad de taludes, y rellenos sanitarios y modelado numérico. Fue muy interesante formarme con él porque te hace pensar y enfocar los problemas desde otros puntos de vista, y esto es muy importante.

Ahora ya como investigador estoy trabajando en algunas líneas de investigación propias, en el área de reúso de materiales de desechos en estructuras geotécnicas con la finalidad de minimizar el impacto ambiental de estas obras y de los desperdicios. Estoy dirigiendo dos tesis donde se muestra la posibilidad de mejorar las condiciones de suelos con baja capacidad de carga mediante el uso de envases de PET. A estos empaques se les hizo una amplia gama de pruebas mecánicas y los resultados arrojaron que poseen una buena capacidad de carga, por lo que es posible tomar esta basura y aprovecharla nuevamente. La idea es aplicar este método en estructuras de interés social y terraplenes de vías secundarias. Hay que tener presente que México es el primer consumidor de PET en el mundo. Estas investigaciones cuentan, también, con el apoyo de la Dirección de Asuntos del Personal Académico (DGAPA).

Otro proyecto interesante, en el que participo, es el del estudio del Kevlar, material usado en los blindajes, con el fin de utilizarlo en elementos de concreto para geoestructuras, con el propósito de remplazar el acero de refuerzo. La idea es utilizar materiales compuestos ligeros y resistentes a la acción del medioambiente. Un ejemplo del uso de estos materiales es la mesa vibradora del laboratorio de mecánica de suelos, ya que su plataforma fue construida con un material compuesto a base de Kevlar, y el comportamiento, en lo referente a durabilidad y resistencia, hasta el momento ha superado ampliamente las expectativas.

Considero que la ingeniería es una carrera muy completa que comprende muchas ramas del conocimiento y tiene un compromiso con la sociedad. La verdad, desde chico le tomé cariño a esta profesión porque mi papá también es ingeniero civil y desde pequeño me llevaba a las obras; tuve mucho contacto con la construcción y la solución de problemas. Tengo tres hermanas y un hermano, somos una familia grande en una sociedad matriarcal. Mi mamá ha sido fundamental en nuestras vidas. Dos de mis hermanas son administradoras, otra es ingeniera civil, y mi hermano estudió negocios internacionales e hizo su maestría en Italia.

Mi familia vive en Colombia, un país muy bonito, el cual ha pasado por situaciones muy difíciles, que en cierta forma México ha comenzado a vivir, pero que todavía no alcanzan la misma intensidad. Algo que me ha impactado en los últimos años es que al viajar al extranjero como mexicano las puertas están abiertas, y como colombiano el estigma que se carga hace que te revisen y te pongan problemas, hasta llegar en algunos casos a ser humillante.

Además, México es un país al que yo quiero mucho. Mi esposa y mi hija son mexicanas. A Rosario la conocí en el anexo de ingeniería; ella era profesora de una asignatura en la Facultad de Ingeniería y a la par ha trabajado en United Airlines en la parte operacional. Es una persona muy entregada a lo que hace y a lo que piensa. Duramos año y cinco meses de novios, ya éramos relativamente grandes, y por lo tanto ya sabes lo que quieres en tu vida y lo que buscas en las otras personas. Las cosas superficiales quedan a un lado, te enfocas a cómo se ve y se vive la vida, y cuáles son los valores de quien va a ser tu compañera. Rosario le da mucha importancia a las cosas que realmente valen la pena y en especial a la parte espritual, le gusta mucho compartir y ayudar a los demás, es una persona que se da a querer. De hecho a mis papás fue la única novia que tuve que les cayó bien, y eso que fue poco tiempo que tuvieron para conocerla, antes de que nos casáramos. Además, es una mujer sin problemas y eso te da tranquilidad. Claro que si no está de acuerdo en algo te lo dice de una manera constructiva. Pienso que la pareja es muy importante porque es un apoyo cuando estas estresado o triste; es un consejo en el momento oportuno, una voz de aliento, y entre los dos se van construyendo las cosas y se sale adelante. Compartimos el amor a Elena, nuestra hija, el amor a nuestra profesión, el amor a la UNAM.

Cambiando de tema y respondiendo a tu pregunta sobre las áreas que se deben fortalecer en el Instituto de Ingeniería, pienso que el doctor Noyola va en la dirección correcta, ya que ha impulsado todas las áreas y en especial las que estaban por desaparecer, además de que ha tratado de renovar la planta de investigadores. Pienso que otro aspecto que debemos fortalecer es el relacionado con el trabajo en equipo, que los investigadores no se aíslen, que hay que aprender a interactuar y a trabajar potenciando las fortalezas de cada uno. El II es una institución cuyo objetivo es apoyar al país en distintos campos de la ciencia y de la ingeniería, pero como grupo tanto a nivel interno como externo, dejando a un lado las rencillas personales para alcanzar metas aún más grandes.

Uno de los contrastes interesantes en mi vida ha sido haber podido estudiar en una universidad privada, en Medellín, y en la UNAM. Considero que esto ha servido para darme la visión de la importancia de la educación como herramienta de cambio y progreso; además, de la forma como contrastan las mentalidades y enfoques de cada uno de estos tipos de instituciones, lo cual no quiere decir que alguna de estas no sea de importancia para el país. Como estudiante y profesor me he podido percatar de que es gracias a estas instituciones que la gente tiene la esperanza de llegar a ser profesionista. He visto casos de compañeros, conocidos y alumnos, que han podido cambiar su futuro gracias a las posibilidades que brinda la universidad pública, que de otra forma no lo habrían podido hacer. La universidad pública te enseña a luchar; por eso te duele que hablen mal de la UNAM.

En lo personal, una de las personas que más admiro y considero un modelo a seguir es mi vecino, el doctor Daniel Reséndiz, una persona comprometida con la sociedad, honesta; un ingeniero que piensa en el bien de los demás antes que en su lucro personal, y que siempre está abierto a innovar, comprometido con su trabajo, comprometido con hacerlo bien y comprometido a formar a quienes vienen atrás. Pienso que su libro El rompecabezas de la ingeniería es muy interesante porque permite tener una visión de la vida más profunda en muchos sentidos. Debemos estar siempre en constante aprendizaje y este libro es una lectura obligatoria.